Una reseña sobre "Aplicando la ciencia del aprendizaje"

"En un contexto educativo, es posible ir más lejos todavía creando deliberadamente ambientes propicios para el aprendizaje".

La ciencia del aprendizaje tiene como objetivo aportarnos recursos y herramientas que nos ayuden como docentes a tomar decisiones fundamentadas y conscientes. De este modo, nuestra práctica de aula puede estar dotada de una base objetiva que justifique todo el proceso de enseñanza y aprendizaje que llevamos a cabo con nuestro alumnado. En este sentido, afectará no solo al modo en el que enseñamos, sino que también condicionará el modo en el que nuestros estudiantes aprenden.

La lectura de “Aplicando la ciencia del aprendizaje” (2020) por Richard E. Mayer y publicada por la editorial Graó nos aporta precisamente lo que comentamos anteriormente: un conjunto de técnicas respaldadas científicamente que pueden enriquecer tanto el diseño de los procesos didácticos como potenciar los resultados de aprendizaje de nuestro alumnado. Del mismo modo, el libro aporta prácticos y claros ejemplos que acompañan a cada una de las secciones con el fin de aclarar su implementación en clase.

El título comienza con el prólogo de Héctor Ruiz Martín quien comienza reflexionando sobre las habilidades docentes adquiridas por la práctica, entre ellas el sesgo de confirmación como causa para respaldar y defender nuestras ideas y que justifican las decisiones didácticas que se toman en las aulas. Dicha introducción da pie a presentar el objetivo de la investigación educativa como referente científico que puede ayudarnos sobre cómo enseñar y sobre cómo aprenden nuestros estudiantes.

Tras el prólogo y un breve prefacio sobre las aplicaciones de la ciencia del aprendizaje, el libro de estructura de la siguiente manera:

  • Introducción: Píldoras sobre la aplicación de la ciencia del aprendizaje.
  • Primera parte: ¿Cómo funciona el aprendizaje?
  • Segunda parte: ¿Cómo funciona la enseñanza?
  • Tercera parte: ¿Cómo funciona la evaluación?

Para comenzar, la introducción nos sirve como presentación de los tres pilares sobre los que se sustenta el resto del libro: aprendizaje, enseñanza y evaluación. A lo largo de las siguientes páginas, se detallan los aspectos más destacados de cada uno de ellos. Concretamente, esta sección aporta con una exposición referenciada sobre la relación entre la ciencia del aprendizaje y la ciencia de la enseñanza. Además de lo anterior, se especifica que la finalidad del título es centrarse en un enfoque científico del aprendizaje como teoría comprobable del aprendizaje humano. Esto supone entender lo importante que es aprender, enseñar y evaluar para ofrecer al lector técnicas o recursos respaldados científicamente y que se desarrollan a lo largo de todo el libro.

A continuación, Mayer se centra en la sección titulada “¿Cómo funciona el aprendizaje?”. En este sentido, el autor defiende que “la educación se ocupa de estimular cambios productivos en el alumno, los cuales denominamos aprendizaje”. Esto sirve de antesala para desarrollar breves píldoras temáticas en formas de subapartados, facilitando su lectura y comprensión.

En esta primera parada, se incide sobre el concepto de aprendizaje de un modo cercano aunque riguroso al mismo tiempo. La sección continúa cuestionando si lo que cambia es la conducta o el conocimiento según los marcos de aprendizaje con una perspectiva conductista o cognitiva para justificar la evidencia empírica como “el elemento central de la ciencia del aprendizaje”. Otros aspectos que me han parecido muy interesantes han sido tratar el tema de la transferencia, sus marcos y sus tipos, el efecto que tiene un aprendizaje previo sobre un nuevo aprendizaje o desempeño, la motivación en el aprendizaje o la metacognición.

En esta sección, destacaría las tres metáforas del aprendizaje como intento de definir sus características, aportando, los autores, descripción de la investigación y conclusiones: 

  • Refuerzo de la respuesta.
      • La Ley del efecto de E.L.Thorndike tiene su fundamentación en las metodologías basadas en ejercicios y prácticas.
  • Adquisición de la información.
      • La curva del aprendizaje de Herman Ebbinghaus la podemos encontrar en metodologías que ofrecen al alumnado tanta información como sea posible.
  • La construcción del conocimiento. 
      • La investigación de “La guerra de los espíritus” de Frederick Bartlett quien determinó que “el aprendizaje consiste más bien en un proceso constructivo de asimilación al esquema y no en una operación de almacenaje de la información presentada en la memoria”. Bartlett fue uno de los primeros en proponer una alternativa constructivista presentando al estudiante como agente activo en su aprendizaje.

"La ciencia del aprendizaje tiene por objetivo crear un modelo sobre el funcionamiento del aprendizaje basado en la investigación"

Tras este estupendo apartado, Mayer se adentra en cómo funciona la enseñanza: proceso en el que el docente se esfuerza por estimular un cambio en los conocimientos del alumnado. Este bloque me ha parecido muy enriquecedor y paralelo al anterior. Tras definir los objetivos didácticos, propone incluir aquello que se ha aprendido, cómo se usa dicho conocimiento y aportar una explicación de cómo interpretaremos su desempeño mediante la evaluación. Para el diseño y desarrollo de dichos objetivos, el autor detalla las cinco clases de conocimientos que estarán presentes en el proceso y que todo estudiante debería desarrollar: conocimiento factual, conocimiento conceptual, el conocimiento procedimental, el conocimiento estratégico y el conocimiento basado en opiniones o creencias. Como continuación, Mayer nos ilustra los procesos cognitivos de Bloom para concretar cómo dichos conocimientos serán presentados por el docente y desarrollados por el alumnado.

Junto con lo anterior, me gustaría compartir otro apartado que me ha parecido esencial para el diseño didáctico de nuestras tareas, unidades didácticas o proyectos: las tres demandas para la capacidad cognitiva basada en la teoría de la carga cognitiva de John Sweller: procesamiento ajeno, procesamiento esencial y procesamiento generativo:

  • Procesamiento ajeno: son procesos cognitivos inadecuados o innecesarios y que no están relacionados con el objetivo didáctico propuesto.
  • Procesamiento esencial: es el necesario para poder representar el material o la información en la memoria de trabajo.
  • Procesamiento generativo: da sentido al material o a la información que se encuentra en la memoria de trabajo.

Con la finalidad de reducir el procesamiento ajeno, gestionar el procesamiento esencial y estimular el procesamiento generativo se nos ofrecen doce interesantes y prácticos principios didácticos basados en la evidencia para el diseño de lecciones explicados con total claridad y con ejemplos relacionados con diferentes materias y etapas promoviendo la selección, organización e integración de la información para nuestros estudiantes.

La última sección del libro está centrada en la importancia de la evaluación y su vinculación directa con el aprendizaje. Para ello, se define en qué consiste la ciencia de la evaluación y sus objetivos: resultado del aprendizaje, proceso de aprendizaje y características del aprendizaje. En síntesis, la ciencia de la evaluación “se ocupa del diseño de instrumentos que permitan conocer qué saben los estudiantes”. Para ello, el autor nos presenta sus tres funciones y que estarán presentes a lo largo de nuestro viaje de enseñanza-aprendizaje con nuestros estudiantes: evaluación previa o diagnóstica, evaluación formativa y evaluación final o sumativa. 

Estos procesos serán evaluados con unos instrumentos adecuados y correctamente creados. Cumplirán cuatro características para ello: validez, fiabilidad, objetividad y referencia, que son tanto detalladas como ejemplificadas a lo largo de las páginas siguientes. El bloque trata varios apartados que se centran detalladamente en los efectos de los métodos didácticos y en las cuestiones que rodean a este campo: ¿qué funciona?, ¿cuándo funciona? y ¿cómo funciona? Lo anterior se acompaña de conceptos, definiciones y ejemplos como grupo de control, grupo experimental, el tamaño de efecto, los metaanálisis o la importancia de la evaluación y los niveles de los resultados de aprendizaje en retención, transferencia cercana y transferencia lejana. El libro concluye con una interesante comparativa entre el aprendizaje memorístico y el aprendizaje significativo llevada a cabo por Max Wertheimer. 

Brevemente, demostró que los estudiantes que reciben o un método memorístico o un método de aprendizaje significativo son capaces de resolver problemas o actividades de retención (recuerdo de la información). Por el contrario, aquellos que trabajaron solo con métodos memorísticos sí realizaron un buen trabajo de retención pero no de transferencia (aplicación de lo aprendido). Mientras que los que trabajaron con métodos significativos pudieron tanto trabajar la retención como la transferencia.

"Es Importante guiar la atención del alumno durante el aprendizaje, ello no es más que el primer paso en la estimulación del aprendizaje significativo"

En definitiva, “Aplicando la ciencia al aprendizaje” trata cuestiones relacionadas con la educación a las que aporta respuestas tanto rigurosas como prácticas desde la investigación educativa. A lo largo de todo el libro, podemos ir recogiendo ideas, propuestas o sugerencias para incorporar tanto al diseño como a la evaluación de nuestras propuestas didácticas. Los conceptos, teorías y ejemplos aportados por Mayer en cada uno de los bloques se hacen con claridad y en diferentes formatos para facilitar tanto la lectura como la comprensión por parte de los lectores. Podemos decir que el autor “predica con el ejemplo” en esta obra ya que el contenido se estructura siguiendo sus propios consejos o técnicas basados en la investigación. Sin duda, una lectura que nos ayudará a que nuestras decisiones estén fundamentadas y encaminadas a enriquecer nuestra práctica docente.

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