Sabemos que uno de los aspectos de impacto en el proceso de la evaluación formativa es la retroalimentación. Si tenemos en cuenta, además, la integración de buenas preguntas como oportunidad para llevar a cabo una acción, nuestras estrategias de retroalimentación pueden ser muy potentes. En este sentido, es importante concretar qué tipo de feedback es el más adecuado para el alumnado, ya que será determinante al usarlo para activar conocimientos previos y mejorar su trabajo: feedback directivo; en lugar de centrarnos en el qué, ofreciéndoles la solución: feedback correctivo (Kirschner & Neelen, 2018). Por lo tanto, deberíamos incluir este tipo de estrategias que produzcan una retroalimentación dialógica que desafíe al alumnado tanto a explorar como reflexionar en qué momento de su proceso de aprendizaje se encuentran. En relación con lo anterior, este tipo de prácticas en torno a la retroalimentación sitúa a los estudiantes ante un nuevo paradigma, en el que se destaca la importancia de ser «receptores proactivos» del proceso de retroalimentación destacando el papel fundamental y de responsabilidad por parte del alumnado (Winston & Carless, 2020).
Una estrategia que podemos usar para llevar a cabo un intercambio de preguntas centradas en la retroalimentación es la crítica entre pares (Berger, 2003). Dicha propuesta tiene como objetivo ofrecer retroalimentación bien desde el docente o desde un compañero/a con el objetivo de sea estratégicamente efectiva. Para ello, el autor recomienda que nos centremos en determinadas producciones del alumnado que nos permitan hacer paradas planificadas para evaluar su desempeño mediante estas estrategias. Para ello, será necesaria una planificación de cuándo se llevarán a cabo tomando como referencia tres sencillos apartados:
- El comentario debe ser amable. Deberemos promover y asegurarnos que el ambiente sea positivo hacia las valoraciones de los compañeros evitando comentarios desafortunados.
- El comentario debe ser específico y estar centrado en los objetivos o criterios de desempeño que se estén trabajando. Comentarios del tipo «buen trabajo» o «me gusta cómo lo has hecho» no son efectivos. Debemos centrarnos en la tarea, no en la persona.
- El comentario debe ser útil. Toda retroalimentación debe conducir hacia una mejora: ¿qué debe revisar el alumnado para cumplir el objetivo de aprendizaje propuesto?