«Crib Sheets» como estrategia para ofrecer feedback colectivo.

Uno de los retos más habituales en la enseñanza es encontrar un equilibrio entre ofrecer un feedback de calidad y gestionar el tiempo para una revisión de manera eficiente. Muchas veces, el hecho de escribir comentarios individuales en los trabajos de nuestro alumnado con la intención de ayudarles a mejorar no siempre conlleva el impacto esperado.

En este sentido, he reflexionado o planteado cómo hacer que la retroalimentación sea más efectiva para mis estudiantes. Recientemente, leyendo el libro de Kate Jones (2024), Feedback. Strategies to support teacher workload and improve pupil progress, me encontré con una propuesta interesante: las crib sheets u hojas de retroalimentación colectiva que la autora recoge de una publicación de Greg Thorton en una entrada de su web.

En esta entrada, quiero compartir en qué consiste esta estrategia y cómo podría ayudarnos a repensar la forma en la que ofrecemos retroalimentación en nuestras aulas.

Tipos de feedback y su impacto en el aprendizaje.

En su libro, Kate Jones presenta diferentes tipos de feedback y analiza sus ventajas y desafíos. Considera que una retroalimentación efectiva no solo debe centrarse en la corrección de errores, sino también en proporcionar oportunidades reales de mejora: hablamos de una retroalimentación que produzca un cambio o avance en sobre los objetivos propuestos.

Entre las estrategias que menciona, se encuentran:

  • Feedback oral: permite una retroalimentación inmediata y una mayor interacción con el alumnado, pero corre el riesgo de perderse si no queda registrado.
  • Feedback escrito: estructurado y revisable, aunque si se ofrece demasiado tarde o de forma excesivamente extensa, puede no generar el impacto deseado.
  • Whole-class feedback: en lugar de realizar correcciones individualizadas, el docente comparte con toda la clase fortalezas y áreas de mejora comunes.
  • Autoevaluación: permite que el alumnado reflexione sobre su propio trabajo y detecte sus propios errores, promoviendo la autonomía.
  • Evaluación entre pares: facilita el aprendizaje colaborativo, ya que los estudiantes intercambian observaciones y aprenden unos de otros.

Cada una de estas estrategias puede tener su lugar en el aula, y su eficacia dependerá del contexto, del grupo y del propósito de la actividad. En este sentido, las hojas de retroalimentación colectiva pueden ser una herramienta interesante dentro del enfoque de whole-class feedback (retroalimentación colectiva), ya que permiten sistematizar el feedback sin perder de vista la personalización del aprendizaje.

¿Qué son las crib sheets y cómo funcionan?

Las hojas de retroalimentación colectiva son plantillas en las que el docente recoge errores y aciertos comunes en los trabajos del alumnado sin necesidad de escribir comentarios individuales en cada uno de ellos.

El proceso puede desarrollarse de la siguiente manera:

  1. Revisión de los trabajos sin corrección individualizada: en lugar de escribir comentarios en cada cuaderno, se identifican tendencias generales.
  2. Organización del feedback en una hoja de evaluación colectiva, que puede incluir:
    • What Went Well (WWW): aspectos positivos observados en la tarea.
    • Even Better If (EBI): áreas de mejora en las que trabajar.
    • Errores comunes en  ortografía, puntuación y gramática: OPyG (de las siglas SPaG en inglés).
    • Conceptos erróneos que requieren aclaración.
    • Registro de alumnado que no ha realizado la tarea o muestran escaso interés en su realización.
    • Momentos Poloraid: fragmentos bien logrados que pueden servir de modelo.
  3. Presentación del feedback a la clase, ya sea proyectando la hoja de evaluación colectiva, comentándola de forma oral o entregándola en formato impreso.
  4. Revisión y mejora del trabajo por parte del alumnado, utilizando la hoja de retroalimentación colectiva como guía antes de entregar una versión final.

Este enfoque no pretende sustituir el feedback individualizado cuando es necesario, sino ofrecer una alternativa que puede ayudar a optimizar el tiempo de corrección y fomentar la reflexión del alumnado sobre su propio aprendizaje.

La retroalimentación colectiva y la reflexión sobre el feedback tradicional.

El feedback colectivo, dentro del cual se enmarcan las hojas de retroalimentación colectiva, supone una forma diferente de pensar en la retroalimentación. En lugar de centrarnos en la corrección individualizada de cada error, nos permite dar prioridad a los patrones comunes y estructurar la enseñanza en función de ellos.

Desde esta perspectiva, creo que el feedback se convierte en un recurso más dinámico y en una oportunidad de aprendizaje compartido, por lo que el alumnado podrá:

  • Comprender mejor los errores más frecuentes y corregirlos de forma más consciente.
  • Implicarse más en el proceso de corrección, al entenderlo como un ejercicio de mejora y no solo como una lista de fallos señalados por el docente.
  • Desarrollar su autonomía, ya que puede aplicar el feedback a su trabajo sin depender exclusivamente de la corrección del profesor.

Finalmente, y como con cualquier estrategia, considero que es importante reflexionar sobre su aplicación en función del grupo y del tipo de tarea. En algunos casos, la hojas de evaluación colectiva se podrían complementar con otros tipos de feedback más individualizados o con actividades de autoevaluación y evaluación entre pares.

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