Como docentes, nuestra meta es lograr que cada estudiante llegue al máximo de los objetivos de aprendizaje que impartimos. Pero, ¿cómo podríamos diseñar nuestras clases para que esto fuese posible? La respuesta puede estar en la enseñanza explícita, una metodología respaldada por la investigación que organiza la enseñanza en una secuencia coherente y eficiente.
Dicho modelo, está basado en el trabajo de Anita Archer y Charles Hughes en su libro Explicit Instruction: Effective and Efficient Teaching. En esta entrada os comparto sus cinco fases esenciales para diseñar nuestras clases de modo que nos ayuden a lograr nuestros objetivos de aprendizaje implementando un modelo estructurado y referenciado. Veamos en qué consiste.
