«DIRT» como estrategia para optimizar el feedback.

En nuestras aulas, el feedback suele ser un elemento esencial para guiar a los estudiantes en su aprendizaje. Pero, ¿cuánto tiempo dedicamos realmente a que nuestros alumnos reflexionen y trabajen sobre ese feedback? Aquí es donde entra en juego una estrategia sencilla pero poderosa: DIRT., o «Directed Improvement and Reflection Time» (tiempo dirigido de mejora y reflexión). ¿De qué trata?

DIRT es una estrategia que consiste en reservar tiempo específico en nuestras clases para que tanto docentes como estudiantes se enfoquen únicamente en el feedback recibido. Este tiempo se utiliza para revisar, reflexionar e implementar mejoras, asegurando que el feedback no sea tenido en cuenta.

Por ejemplo, podríamos dedicar 20 minutos semanales en nuestra planificación para trabajar exclusivamente con el feedback. Durante este tiempo, no se introduce contenido nuevo. En cambio, el objetivo es que los estudiantes interioricen y apliquen las sugerencias o aspectos de mejora dadas previamente.

Ejemplo en la materia de Inglés.

Imaginemos que estamos trabajando con una producción escrita sobre «My Daily Routine«. Después de evaluar las primeras versiones, identificamos errores comunes, como problemas con el uso del simple present y la colocación de los adverbios de frecuencia.

En la sesión de DIRT, los estudiantes:

  1. Revisan el feedback específico que les hemos dado, marcado en sus redacciones.
  2. Aplican las correcciones necesarias, como añadir la «-s» en la tercera persona o reordenar las frases con adverbios como «always» o «never«.
  3. Comparten sus cambios con un compañero, quien les da un segundo punto de vista antes de la revisión final.

Mientras tanto, nosotros, como docentes, circulamos por el aula, resolviendo dudas o trabajando con un grupo reducido que puede necesitar ayuda adicional.

Ejemplo en la materia de Lengua Castellana y Literatura.

Otra situación podría ser una clase de 2º de ESO donde los alumnos están escribiendo relatos cortos. Tras entregar la primera versión, identificamos áreas de mejora como el uso de conectores narrativos y la riqueza en vocabulario.

En nuestra sesión de DIRT.:

  1. Los estudiantes leen el feedback recibido y localizan en sus textos los elementos que necesitan mejorar.
  2. Con una lista de conectores sugeridos (por ejemplo, «sin embargo«, «a continuación«, «para finalizar»), reescriben algunos párrafos para mejorar la coherencia y cohesión de su narración.
  3. Posteriormente, comparten su texto con otro compañero, quien evalúa si las mejoras han sido efectivas.

Nosotros podemos trabajar con un pequeño grupo que necesita ayuda para identificar las áreas de mejora en sus textos o para ampliar su vocabulario.

¿Qué beneficios supone la implementación de DIRT en nuestras clases?

  • Tiempo para el feedback: DIRT asegura que el feedback se utilice de manera activa, y no se «diluya» entre otras tareas o actividades.
  • Rutina de mejora: los estudiantes se acostumbran a revisar y trabajar sobre sus errores, entendiendo que el aprendizaje es un proceso continuo. Apuesta a que tu alumnado normalice este proceso.
  • Atención personalizada: nos permite trabajar de forma más cercana con aquellos alumnos que necesitan apoyo adicional.

Algunos consejos para incluir DIRT en tus clases.

  1. Planifica: Reserva tiempo en tu horario para sesiones regulares de DIRT. Puede ser semanal o cada dos semanas, según las necesidades de tus clases.
  2. Explica el propósito: Asegúrate de que los estudiantes entiendan por qué es importante este tiempo y cómo les ayudará a mejorar.
  3. Adapta la estrategia: Decide cómo emplearás tu tiempo durante estas sesiones: ¿trabajarás con toda la clase, en pequeños grupos, o con estudiantes individuales?
  4. Evalúa el progreso: Al final del periodo que hayas establecido, reflexiona sobre cómo ha impactado DIRT en el aprendizaje y así podrás ajustar según sea necesario.

DIRT no requiere grandes cambios en nuestra metodología, pero sí un compromiso para darle al feedback el tiempo y la atención que merece. Con esta estrategia, convertimos el feedback en una herramienta activa para el aprendizaje, ayudando a nuestros estudiantes a mejorar desde una evaluación para y como aprendizaje.

Fuente: Mike Gershon (2017) «How to use feedback and marking in the classroom. The complete guide». 

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