
La decisión por abandonar modelos o metodologías basadas en la instrucción directa plantea algunos interrogantes a los docentes que han pensado en iniciar el cambio en sus aulas. Todos entendemos que cada materia se presta a ser adaptada en circunstancias distintas e incluso con grupos distintos por lo que es otro elemento a tener en cuenta para aquellos profesores que, aún queriendo desarrollarlos, aceptan de antemano la necesidad de añadir nuestras habilidades o destrezas docentes en su praxis diaria. Un contenido unidireccional, que no aprendizaje, no exige un alto rendimiento del alumnado ya que se suele limitar a “trasladar” el contenido presente en un libro de texto a una prueba escrita. Por lo tanto, no podemos hablar de un proceso cognitivo de orden superior, más bien no pasa del primer escalón de la pirámide de Bloom.
Por lo tanto, aún siendo ampliamente discutida la aplicación de las herramientas o dispositivos móviles en el aula, es innegable que cumplen varias características que hacen los estudiantes estén real y activamente presentes en el proceso de aprendizaje:
- Poseen ubicuidad por lo que el aprendizaje de produce en cualquier momento y lugar.
- Además es personalizable, ya que se adaptan a los ritmos y necesidades de cada estudiante.
- Sin duda alguna, son motivantes ya que existe una “interrelación” entre el usuario y el dispositivo en cuando a configuración, accesibilidad y conocimiento personal en su uso.
- Gracias a su conectividad tenemos acceso a internet y poder acceder a la información, libros, proyectos…etc alojados en la red, previamente programados y secuenciados por el profesor.
- Permiten ofrecer a los alumnos crear sus propios contenidos enriquecidos con elementos multimedia, alojándolos en portafolios o documentos compartidos para ser revisados y diseñados como evidencia de su propio aprendizaje.
- Finalmente, permiten el trabajo colaborativo y desarrollar las competencias individuales de cada estudiante de un modo objetivo.
En este sentido la escuela debe abandonar su antiguo rol; caballo de batalla entre la escuela tradicional y el eLearning. Tras la irrupción de internet, la aparición de apps de creación de contenidos o la web 2.0 han provocado que el profesor adquiera (y acepte) un perfil distinto, debido a que el factor humano en cuanto a transmisión de contenidos ha pasado a la historia.