Seminario online ADIDE CyL

Hace unas semanas, el XIV Congreso ADIDE que se celebrará en la ciudad castellano-leonesa de Valladolid se puso en contacto conmigo para invitarme a desarrollar un seminario online, cuya temática estuviese relacionada con el propósito del Congreso presencial que tendrá lugar los próximos 19 y 21 de octubre. En dicho evento, tanto ADIDE Federación como la Asociación de Inspectores de Educación de Castilla y León se tratarán dinámicas, experiencias y reflexiones en torno a la innovación educativa, además de valorar desde distintas perspectivas el modo en el que dichos cambios están produciéndose en las distintas esferas que componen la escuela.

Como no, acepté la invitación encantado y trasladé a la organización un pequeño guión de los puntos más importantes por los que creo que podemos comenzar a la hora de apostar definitivamente por una enseñanza-aprendizaje basada en competencias y de qué manera las metodologías activas nos pueden ayudar a conseguirlo. En mi caso particular, el modelo flipped classroom se ha ajustado a la perfección en el modo en el que entiendo que debe concebirse en tiempo de aula: un espacio que hay que aprovechar al máximo y en el que el profesor deja de ser la fuente de los contenidos y transformarse en facilitador que guía en la consecución de los objetivos marcados para nuestro alumnado.

Propuse comenzar con una aproximación a la escuela actual en la que se prima la memorización de contenidos y la dedicación del tiempo total de aula a la continua exposición por parte del docente y la consecuente actitud pasiva del alumnado ante lo que recibe. Todo ello es una herencia de un sistema anquilosado y, a la vez, acomodado. De él ya no depende el éxito laboral o profesional de los estudiantes, ya que los contenidos o las enseñanzas ya no son exclusivos de los centros educativos. Por lo tanto, es fundamental que reconsideremos el rol de la escuela como creación de aprendizajes, reciclándola en nuevas destrezas y nuevas herramientas que nuestros alumnos van a usar sin duda en un futuro, ya, no tan lejano.

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En consecuencia, deberíamos plantear un cambio de postura y dejar de seguir mirando a la pizarra como metáfora obsoleta de fuente de conocimiento o espejo exacto en la creación del alumnado. Trasladé mi convencimiento de que los estudiantes deben tener un papel más activo, más crítico, más democrático…etc. En definitiva, deben tener el papel que les corresponde mediante dinámicas, metodologías o herramientas que lo asistan y les permitan socializar su aprendizaje para hacerlo real y contextualizado. Esta es la realidad a la que los profesores debemos enfrentarnos. Aporté mi experiencia docente desde el currículo, desde una normativa que nos anima a utilizar nuevos agrupamientos en el aula, a introducir metodologías activas que consigan «sacar» los aprendizajes del aula, a debatir sobre la estructura de los centros y la formación docente como elemento clave hacia el desarrollo profesional.

Presenté al modelo flipped classroom como un enfoque que me permite invertir (en) mi aula: tiempo, relación y espacio. Todo ello se aúna para poder atender a mis alumnos de un modo personalizado y detectar sus carencias o potenciar sus habilidades gracias a la analítica de datos, proporcionada por las nuevas tecnologías al servicio de los docentes. La retroalimentación es también muy enriquecedora para el diseño de tareas en el aula. Es ahí cuando las habilidades cognitivas de orden superior entran en escena, creando contextos entre iguales en el que todos aprenden de todos.

Durante mi intervención, los asistentes al seminario tuvieron la oportunidad de trasladar sus preguntas en un enriquecedor debate, que puede resumirse en:

  • Seguimiento por parte de los compañeros de claustro.
  • Opinión de las familias y de los alumnos.
  • A quiénes compete comenzar este tipo de innovaciones (equipos directivos, grupo de docentes…)
  • Mi experiencia con los alumnos con necesidades educativas especiales.

Concluí con un resumen de mis experiencias de aula (puedes acceder a los enlaces de la presentación que he añadido más abajo): ejemplos palpables de que la innovación educativa es posible y de que la «ductilidad» del flipped classroom es evidente al poder ser complementada con metodologías como ABP.

Y no quisiera terminar sin agradecer a Juan Carlos Sanz Bachiller las facilidades ofrecidas en todo momento para que esta experiencia fuese todo un éxito. Solo me queda desearos un buen Congreso a todos. Hasta la próxima.

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